LAS FLORES ASESINAS
Una a una, desapercibidas en su encanto,
llegan sembrando de pétalos la senda del amor.
La imagen es tan bella, que tú bajas el puente,
corres los cerrojos, abres el portal.
Y entran…
Luego, no importa el cómo, ni el por qué, ni el cuándo;
Cuando ya estén seguras de la herida,
desandarán riendo su trayecto,
dejando tras de sí la noche, y la senda
cubierta por pétalos marchitos.
Ni siquiera interesa, que tipo de amor era,
Su premisa implacable – ES MATAR AL AMOR-.
PLE
PLE
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