A VECES ME PREGUNTO
A veces me pregunto;
si ser un hombre simple, facilita
el acceso al portal de la dicha.
Entran en la euforia con tan poco...
Adhieren fácilmente,
a un trapo de colores, a un escudo,
a un patán grosero y desgreñado
o a un mentiroso que les jura siempre
por alguna abstracción inexistente.
Son de rencores vanos y fáciles olvidos.
Apenas se dan cuenta que se les va la vida,
y hasta un vino barato es suficiente, para
apagar las magras ansias de su espíritu.
Por gracia o por desgracia;
pertenezco a los otros...
Los trapos de colores me seducen,
sólo si simbolizan una acción de justicia.
No soporto a los patanes y creo en los
hechos, aunque no me los juren.
Tal vez pertenezco a los hombres
complicados - y no es bueno -;
siempre estamos afuera del portal
de la dicha.
Me conforma creer que tal vez sea,
necesario; ya que la luz tiene su sombra
y la noche su día.
Los hombres simples y felices, deben
tener su contracara...
Y es la que a mi me toca.
PLE
PLE
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